¿Te suena el fricandó? ¡Es un plato delicioso e icónico! Si te gusta la carne guisada y las recetas de la abuela, con esta receta de fricandó sorprenderás a todos. No es solo un guiso de carne, es un viajazo al paladar con una salsa que te hace mojar pan sin control. Así que, si te apetece un plato de cuchara que te anime hasta el alma, ¡sigue leyendo!
¿Qué es el fricandó?
El fricandó es un guiso de carne de ternera que se cocina con setas y una salsa de cebolla que es deliciosa. La gracia está en que la carne se cocina a fuego lento durante horas hasta que se queda súper tierna. Las setas, que suelen ser moixernons (una variedad de seta catalana), dan un toque especial y la salsa, que se espesa con una picada de almendras y pan, es la estrella del plato. Es un plato contundente y perfecto para el frío, que te deja el estómago y el corazón contentos. La receta de fricandó es uno de esos guisos que te transportan a la casa de la abuela con solo olerlo.
¿De qué país proviene el fricandó?
El fricandó es un plato tradicional y muy popular de la cocina catalana, en España. Aunque hay recetas similares en otras partes, esta versión con setas y la picada es súper característica de Cataluña. Se podría decir que es uno de los guisos más emblemáticos de la gastronomía catalana, un clásico que nunca falta en los recetarios de las familias de la zona. El frincadó es una receta que se ha pasado de generación en generación, y cada casa da su toque personal.
¿Qué necesitas para preparar fricandó con esta receta? Ingredientes
- 1 kg de filetes de ternera finos (¡que no sean muy gordos para que se pongan tiernos rápido!)
- 2 cebollas grandes
- 400 g de champiñones o moixernons (setas de cardo, si las encuentras)
- 1 tomate maduro rallado
- 1 vaso de vino blanco (estos Zárate, Finca La Reñana o José Pariente Verdejo quedarán muy bien)
- Harina para rebozar la carne
- Aceite de oliva virgen extra de Castillo de Canena, Aceites Elizondo o Finca La Torre
- Agua o caldo de carne (Prueba este caldo gallego de Porto-Muiños)
- Sal y pimienta negra molida de Carmencita
- Para la picada (¡el secreto!): 1 puñado de almendras tostadas, 1 galleta tipo María (o un trozo de pan frito), perejil fresco y 1 diente de ajo.
¿Cómo elaborar la receta de fricandó? Preparación paso a paso
- Prepara la carne: Salpimenta los filetes de ternera y pásalos por harina. En una cazuela amplia con un buen chorro de aceite de oliva, sella los filetes por ambos lados hasta que estén doraditos. Los sacas y los reservas.
- Sofríe la verdura: En el mismo aceite, echa las cebollas cortadas en juliana (en tiras finas) y un poco de sal. Cocina a fuego lento, ¡con paciencia!, hasta que estén bien blandas y transparentes. Cuando las tengas, añade el tomate rallado y sofríelo un par de minutos más.
- Añade el vino y las setas: Sube un poco el fuego y vierte el vino blanco. Deja que el alcohol se evapore y añade los champiñones limpios y laminados. Cocínalos hasta que pierdan el agua y se queden blanditos.
- Guisa el fricandó: Vuelve a poner la carne en la cazuela. Cubre con agua o caldo de carne, que la carne quede justita. Tapa y deja que se cocine a fuego bajo durante al menos 1 hora y media. La carne tiene que quedar tan tierna que casi se deshaga.
- Prepara la picada y termina el guiso: Machaca en un mortero las almendras, la galleta, el ajo y el perejil. Unos 10 minutos antes de que el fricandó esté listo, añade esta picada a la cazuela. Remueve bien para que se integre y deje espesar la salsa, este es el secreto de la receta de fricandó.
Posibles variaciones para la receta de fricandó
¿Qué tal ese fricandó con esta receta? ¿Te ha salido de lujo, verdad? Pues mira, si quieres subir de nivel o darle un toque personal a este recetón, aquí te dejo unas ideas para que experimentes y lo bordes aún más. El fricandó de toda la vida es un acierto seguro, pero si te apetece probar algo diferente, estas variaciones son un bombazo. Con un par de cambios, puedes transformar un plato tradicional en algo completamente nuevo:
Con otras setas
Si te mola ir de caza por el bosque o eres un fan de las setas, puedes cambiar los champiñones por otras variedades. Los ceps (boletus), las trompetas de la muerte o las llanegas le dan un sabor más intenso y terroso a la salsa que te dejará sin palabras.
Añádele verduras
Aunque el sofrito de cebolla es la base, puedes enriquecer la salsa con más verduritas. Unos guisantes, unas zanahorias cortadas en rodajas o incluso unos espárragos trigueros al final de la cocción darán más color y un toque diferente al guiso.
Con un toque de vino rancio
Si quieres darle un puntazo de sabor y complejidad a la salsa, sustituye el vino blanco por un chorrito de vino rancio. Es un clásico en la cocina catalana y da un aroma y un gusto más profundos a la carne, haciendo que la receta de fricandó quede de diez.
Consejos y trucos para preparar la receta de fricandó
Para que la receta del fricandó te salga perfecta y te conviertas en el rey o la reina del guiso, ten en cuenta estos consejos de la abuela. Son pequeños detalles que marcan una gran diferencia:
- La carne, a su tiempo: Pide a tu carnicero unos filetes de tapa o cadera finos. El truco es sellarlos por fuera para que queden jugosos por dentro y luego guisarlos a fuego muy bajo. La paciencia es clave para que la carne se ponga tierna y se deshaga en la boca.
- Sofrito sin prisa: El sabor de la salsa depende casi al 100% de la cebolla. Córtala en juliana fina y cocínala a fuego lento. Si la cebolla no está bien pochada, la salsa no quedará melosa y el sabor será muy diferente. Tómate tu tiempo, ¡merece la pena!
- La picada, al final: No eches la picada de almendras, pan y perejil hasta el final. La picada es para espesar la salsa y darle ese toque de sabor final, así que añádela unos 10 o 15 minutos antes de apagar el fuego para que haga su magia.
¿Con qué acompañar esta receta de fricandó? Ideas de maridaje
Un guiso potente como el fricandó de esta receta se merece una buena bebida para redondear el plato. Aquí tienes unas ideas que te van a molar, saliendo un poco de lo de siempre:
Vino tinto de crianza
Para un plato con intensidad como el fricandó de esta receta, un vino tinto de crianza es perfecto. Busca un Rioja (como el Terrán de Vallobera, Marqués de Riscal XR o Contino Reserva) o un Ribera del Duero (como este Emilio Moro, Garmón o La Felisa) Su paso por barrica da notas especiadas y tostadas que encajan de maravilla con la carne y el sofrito.
Cerveza artesana
Si te va la cerveza, una Stout o una Porter son opciones brutales. Puedes probar con opciones como la O´Hara´s Irish Stout, La Pirata Black Block o una Laugar Aupa Tovarisch; incluso puedes hacerte con una Espiga caja mixta Elixir Vitae. Su sabor a malta tostada, café y chocolate combina a la perfección con los sabores del guiso. Además, su cuerpo cremoso y su amargor bajo no pelean con la salsa.
Sidra natural
¿Te atreves con algo diferente? La sidra natural, con su acidez y sus notas a manzana, puede ser un maridaje muy refrescante. Corta con la grasa de la carne y limpia el gusto, haciendo que el siguiente bocado sea aún mejor. Cualquiera de las de Maeloc, como la natural, la ecológica o la dulce pueden ser una opción muy original y que te va a sorprender.
Y eso es todo, ya ves que la receta del fricando no es tan complicada como parece. El truco está en la paciencia, sobre todo con la cebolla y la cocción de la carne. Sirve este platazo con un buen trozo de pan para mojar la salsa y vas a ver cómo dejas a todo el mundo con la boca abierta. ¡A disfrutar de la cocina!
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