Tarta de queso fría sin horno para Navidad: receta paso a paso

A nadie le apetece pasarse la mañana de Navidad encerrado en la cocina mientras el resto de la familia está de risas con los aperitivos. Este año simplifica la cocina en estas fiestas. Este es un "life hack" gastronómico: una tarta de queso fría sin horno que es puro espectáculo. Lo mejor es que es una receta cero complicaciones y con tres productazos gourmet disponibles en Bigcrafters que te resuelven sin salir de casa. Prepárate, porque vas a quedar como un/a auténtico MasterChef.

¿Qué necesitas para preparar una tarta de queso fría sin horno para Navidad? Ingredientes

Para que esta tarta de queso fría sin horno salga de diez, la clave no es la técnica, es la materia prima. Aquí no vale cualquier marca; hay que usar artillería pesada para que los sabores exploten en la boca. Toma nota de estos imprescindibles:

Para la base (el toque crunchy): Una caja de Galletas de nata ecológicas de Maruxas. Son adictivas, así que compra dos por si te comes medio paquete antes de empezar.
Para el corazón (pura cremosidad): El Pack de quesos y mantequilla de Airas Moniz. Usaremos su mantequilla para la base y sus quesos para crear una crema que es de otro planeta.
Para la corona (el remate final): Un bote de Mermelada extra ecológica de cereza de Lorusso. Esto no es una mermelada cualquiera, es fruta pura que le va a dar el contraste dulce-ácido perfecto.
Extras del súper: Un poco de azúcar glass y nata para montar (35% materia grasa).

¿Cómo preparar tu tarta de queso fría sin horno? Elaboración paso a paso

Olvídate de tiempos de cocción y de vigilar el horno. Esto es montar, enfriar y triunfar.

La base de tus sueños: Coge las galletas Maruxas y tritúralas (puedes usar una picadora o el método antiestrés: bolsa zip y rodillo). Derrite un poco de esa mantequilla gloriosa de Airas Moniz en el microondas y mézclala con el polvo de galleta hasta tener una textura de arena mojada. Cubre el fondo de tu molde o vasitos y aprieta bien. ¡A la nevera 10 minutitos!
El relleno prohibido: En un bol, bate los quesos de Airas Moniz (si usas su queso Terra o azul suave tipo Savel, atemperalo antes) con un poco de azúcar glass. Monta aparte la nata y mézclalo todo con movimientos envolventes para que no baje. Queremos una textura tipo nube, suave pero con el punch de sabor del queso gallego.
Montaje y reposo: Saca los moldes de la nevera, rellena con tu mezcla de quesos y alisa la superficie. Ahora toca tener paciencia: déjalo enfriar en la nevera al menos 2-3 horas para que coja cuerpo.
El Grand Finale: Justo antes de servir, corona tu obra maestra con una capa generosa de mermelada de cereza Lorusso. El color rojo intenso sobre el blanco del queso queda de foto de Instagram instantánea. Decora tu tarta de queso fría sin horno con frutos rojas en un plato y listo.

¿Con qué acompañar esta receta de Tarta de queso fría sin horno? Ideas de maridaje

Vale, ya tienes el postre estrella listo en la nevera, pero... ¿lo vas a bajar con agua? ¡Por supuesto que no! Para que la experiencia sea top del todo, hay que buscarle una "pareja de baile" a esa cremosidad del queso y al toque ácido de la cereza que tiene la tarta de queso fría sin horno. Aquí tienes unas ideas para coronarte en la sobremesa y potenciar los sabores de los ingredientes gallegos, tanto si eres de los clásicos como si te va la marcha:

Vinos dulces: El "match" clásico que nunca falla

Si eres de los que piensan que un postre sin vino dulce no es postre, ve a por un Pedro Ximénez o un Moscatel bien fresquito. El dulzor intenso y untuoso de estos vinos hace un contraste brutal con el punto salado de los quesos de Airas Moniz y la base de galleta. Es esa mezcla dulce-salado que explota los sabores en tu boca.

Burbujas: Para limpiar paladar y celebrar

Como estamos en fiestas, el brindis es casi obligatorio al comer tu tarta de queso fría sin horno. Un buen Cava o un Champagne seco son opciones ganadoras. ¿Por qué funcionan tan bien? Porque las burbujitas y la acidez te "limpian" el paladar de la grasa de la mantequilla y el queso, dejándote la boca fresca y lista para la siguiente cucharada. Un vino espumoso es la mejor forma de que el postre no se haga pesado y puedas repetir.

Cafés e infusiones: La opción "non-stop"

Para los que tienen que conducir o simplemente quieren evitar la siesta post-comida, el café es sagrado. Un espresso de buena calidad, cortito e intenso, va de maravilla a la potencia de la mermelada de cereza Lorusso sin tapar el sabor del queso. Prueba con las opciones gourmet de Cafés Lúa para que disfrutes de una alta calidad. Si eres más de "team té", prueba con un té rojo o una infusión de frutos del bosque; potenciarán los matices frutales de la receta y te dejarán un regusto súper agradable.

Gin Tonic: Para una sobremesa legendaria

¿La comida se ha alargado y ya estáis arreglando el mundo en la mesa? Entonces pásate directamente al Gin Tonic. Pero ojo, no vale cualquiera: búscate una ginebra de alta calidad como estas de F de Formentera, Cabecita Loca, Singular Destilados, LILOU NY Salted Gin o Destilería de Madrid. El frescor del hielo y los botánicos con la tarta de queso fría es una locura. Es el broche de oro moderno para acabar la comida con buen rollo y empezar la tarde con energía.

¿Has visto qué fácil? Con esta tarta de queso fría sin horno te acabas de pasar el juego de la Navidad. Has conseguido un postre digno de restaurante, usando productos locales y de calidad brutal, y lo mejor de todo: sin estrés. Tus invitados se van a sorprender con la combinación del queso potente y el dulzor de la cereza. Además, tú podrás disfrutar de la sobremesa sin pensar en fregar bandejas de horno. Este año, que trabaje la nevera, no tú. ¡A disfrutar y felices fiestas!